Cine, resistencia y debate en l’Alternativa 2013

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Acabamos de volver de Barcelona tras una semana intensa de actividades y encuentros en el marco del 20 Festival Cine Independiente de Barcelona L’Alternativa que ha tenido lugar del 18 al 24 de noviembre.

En esta edición del festival, además de los cortos y largos a concurso, ha podido verse una interesante selección de películas que han pasado por el Festival en estos últimos 20 años. Abrió el festival el pase de Alicia en las ciudades de Win Wenders (1974), con la sala a rebosar y gente que se quedó sin poder entrar. Un lujo recuperar en pantalla grande esta estupenda película de derivas y desarraigo, con interesantes guiños musicales y visuales a la cultura pop y al cine experimental de finales de los 60. Otros títulos destacables que se pasaron estos días fueron Le fond de l’air est rouge de Chris Marker (1977), El amor es más frio que la muerte de Fassbinder (1969), L’Argent de Robert Bresson (1983) y algunas películas españolas de los últimos años como Finisterrae de Sergio Caballero, Mercado de Futuros de Mercedes Álvarez o La casa Emak Bakia de Oskar Alegría.

Interesante reseñar otras dos secciones del festival, por un parte la sección Panorama, que mostró largometrajes y cortometrajes nacionales que se producen de forma independiente al margen de la industria audiovisual. Por otra, l’Alternativa hall que permitió ver 6 programas de cortos que mostraron la variedad de registros del cine independiente actual.

L’Alterntiva no es un festival solo para ver películas, es también un lugar de encuentro y foro de debate. Esta edición hubo dos mesas de debate, la primera “20 años de alternativas” proponía la reflexión sobre el presente y futuro del cine independiente. En ella participaron: Mercedes Álvarez (Cineasta), Kees Bakker (Conservador de La Cinémathèque de Toulouse y programador), Sergio Caballero (Codirector del festival Sónar, músico y realizador), Carlos Losilla (escritor cinematográfico y profesor), Lluís Miñarro (productor y director de cine) y Esteve Riambau (director de la Filmoteca de Catalunya) que actuó como moderador. El debate se inició intentando definir y matizar qué entendemos por cine independiente en un momento en el que la propia industria audiovisual hegemónica se encuentra en plena redefinición.

Casi todos los invitados coincidieron en señalar que la independencia hoy es sobre todo una cuestión de lenguaje, cada vez más en relación con el rápido desarrollo tecnológico. Lo independiente siempre es una respuesta en reacción a lo hegemónico, sea lenguaje, discurso, formas de hacer o formas de consumo. Lo independiente se mueve al margen de la industria y compensa las carencias de medios con pasión y con riesgo (Lluis Miñarro). Sergio Caballero planteó la polémica comparando la reacción de la industria de la música frente a los nuevos cambios de reglas del juego derivados de las nuevas tecnologías e internet, en relación con el cine que “sigue dormido” sin saber cómo enfrentarse a los nuevos retos.

Se habló bastante de la crisis de las salas comerciales y los intentos de buscar alternativas para la difusión y distribución del cine: otros espacios, eventos espectáculo, las políticas de precios. Se habló tímidamente de las multipantallas y usos individuales de lo audiovisual. Se habló de las producciones artesanales y de la estrecha relación entre cine independiente y  autoría y las paradojas que esto produce en una industria y un trabajo eminentemente colectivo. Se habló mucho de la necesidad que existan salas de cine y de las dificultades derivadas de la distribución, temas que se retomarían en la segunda mesa de debate con otros protagonistas. El debate estuvo interesante y rico en matices, pero se echó en falta que apenas se entrará en temas como los nuevos escenarios que plantean los nuevos públicos (solo se habló de público en singular), cada vez más fragmentados y especializados, o las posibilidades de la pluralidad de pantallas. La impresión es que, aunque todos tenían claro que ya nada volverá a ser como antes, casi todos seguían pensando en términos muy tradicionales sobre la producción audiovisual. En ningún momento nadie habló de transmedia o de las posibilidades que la nuevas tecnologías plantean en relación a nuevos lenguajes narrativos y visuales que contemplan y permiten la participación de los usuarios.

En relación al tema del transmedia por la mañana pudimos asistir a un interesante seminario impartido por Daniel Resnich sobre Creación transmedia en el marco de las escuelas de cine. El público en esta sesión era mayoritariamente joven y el lleno de la sala fue total. Aquí se habló de otros temas y enfoques. Sobre todo se habló de interacción, de prosumers, de posibilidades de cocreación de contenido, de tiempos cortos de recepción, de compartibilidad, de públicos (en plural) y nichos de audiencias, de colaboración y geolocalización, de pantallas móviles y múltiples, de hibridaciones y nuevos perfiles. Claramente el escenario y las posibilidades se planteaban de forma muy diferente.

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Por último un breve comentario sobre la mesa en la que se proyectó nuestro documental Cine Roma y en la que tuve el rol de moderadora. La mesa de debate estaba dedicada a la resistencia de las salas independientes. En la mesa estaban representados tres modelos, por un parte las salas de gestión familiar o individual (aunque en ocasiones sean varios socios) representadas por Xavi Escrivà de Cinema Maldà, Pep P. Iborra, Cinema Roma, salas que comparten grandes afinidades en contextos muy distintos, y Esteban Bernatas de ZumZeig. Este último espacio de reciente apertura en Barcelona, combina un bistró con una sala en el que puedan verse películas actuales de difícil acceso en salas comerciales, gracias a la colaboración con jóvenes distribuidoras independientes, que también estuvieron presentes en el debate como Mosaico Filmes o CineBinario.

Por otra parte los espacios de gestión asociativo representadas por Pedro Barbadillo de CineCiutat, Julio Lamaña de Federació Catalana de Cineclubs, Xavier Bachs de Cinebaix. Tres ejemplos muy interesantes de cómo el público puede tener un papel activo y fundamental en la difusión del cine. Estas respuestas ciudadanas muestran el poder y la capacidad de la autogestión. No exentas de dificultades, estas asociaciones están logrando cubrir demandas que las salas tradicionales no podían o no estaban dispuestas a dar respuesta, adaptando programaciones, actividades, horarios y precios a las demandas de contextos sociales específicos.

Por último, en la mesa participaron también Marc Prades y Alberto Tonazzi de Screenly, proyecto de plataforma en internet que propone gestionar cine bajo demanda, se plantea como una herramienta de mediación entre espectadores, salas y distribuidores, con un sistema similar a verkami.

La mesa fue numerosa y había muchas ganas de debate. Sobre todo los temas se centraron en las modelos de gestión, en la precariedad de las salas y en la necesidad de su supervivencia. Se habló de políticas de precios, de tipos de programación y de formas de autogestión. Se introdujeron cuestiones relacionadas con las limitaciones de distribución, ese sector desconocido para el público pero que tiene un papel clave de mediación y condiciona totalmente lo que llega a las salas. Volvió a salir el tema de la ausencia de una legislación nacional que proteja al cine español, esa es sin duda una asignatura pendiente con la que nadie se atreve a lidiar y que afecta a todos los sectores relacionados con lo audiovisual. El debate llegó mas o menos hasta aquí, pero se dejaron abiertos muchos hilos. En el aire quedó el tema de internet, que puede ser un aliado o un enemigo para la industria según se enfoque. Para el cine independiente y las salas alternativas parece que puede ser un interesante aliado, pero hay que saber utilizarlo. Internet dificulta todavía más el tema legislativo, entre otras cosas porque se intenta introducir en el debate sin tener en cuenta factores esenciales que conlleva este medio como la compartibilidad, la ubicuidad, la ausencia de original, la remezcla, la participación y la cocreación del espectador en los procesos de generación y producción de relatos.

El debate está abierto y las ganas de ver cine creativo y nuevos lenguajes audiovisuales también. Antes de acabar esta pequeña crónica hacer mención especial al equipo de la l’Alternativa, ejemplo de profesionalidad, resistencia y pasión por el cine. Ha sido un gusto poder compartir la experiencia de colaborar en esta edición. Esperemos que l’Alternativa pueda seguir proporcionando un foro de encuentro, discusión y disfrute del cine independiente por mucho tiempo.